Esta entrada fue publicada con anterioridad en noviembre de 2012. Los comentarios que en aquella ocasión se hicieron pueden leerse AQUÍ
¡Fuera, pensamientos, víboras que os enroscáis en torno de mi mente,
negro sueño de la realidad!
Coleridge, Deyection (VII)
"La relación entre serpiente y fantasía es arquetípica, reaparece espontáneamente en las metáforas de los poetas.
Quienes firman el pacto con la serpiente entran en un universo donde
todo se trastorna; en vez de ser ahuyentada, la fantasia es cultivada,
adornada, nos convertimos voluntariamente en su alimento"
Elémire Zola, Storia del fantasticare
Dice en otro lugar Mario Praz: "Antes de la revolución romántica la expresión de la personalidad del artista estaba contenida dentro de límites contra los cuales raramente se rebelaba: límites aceptados hasta el punto de no sentir, de ni siquiera imaginar, la necesidad de franquearlos y sobrepasarlos". Y refiriéndose a la producción literatura y artística contemporánea: "Al abrirse con Freud y con Joyce la caja de Pandora, todo el mundo larval de la psicopatía inundó la literatura a tal punto que no terminaríamos de dar nombres. Su nombre es legión. (...), palabras, palabras, palabras del subsuelo, todos marchando a plena luz, cada uno con su serpiente enroscada al cuerpo desnudo (...)"
Siguiendo su teoría, creo que Praz podría concluir que este proceso de "desnudamiento" de lo personal actualmente estaría manifestándose a gran escala en determinado uso de las populares redes sociales.
Prefacio a El pacto con la serpiente
Por
Mario Praz
En un cuadro de Hans Baldung Grien que salió a la luz en 1970 (imagen de
cabecera), este alumno de Durero, muy conocido por sus composiciones
macabras, nos enfrenta a un acontecimiento que tendría que dejarnos
perplejos y atónitos. Un repugnante esqueleto, todavía revestido de
jirones de pútrida carne, cuyo carácter satánico está denunciado por el
pie izquierdo que termina en una pezuña hendida, sujeta por el brazo
izquierdo a una joven cuya mano derecha esconde en la espalda una
manzana. Una serpiente arqueada, como el instrumento musical que de ella
toma el nombre, sella un pacto con ambos personajes, al estar sujeta su
cola al brazo del esqueleto.
Lo más asombroso es la expresión del rostro de la mujer, no de terror
como el de la otra mujer besada o mordida por la Muerte en otro cuadro
del pintor en el Kunstsammlung de Basilea (en la imagen izquierda ver
detalle),
no de angustia como la durmiente de Füssli,
oprimida por el íncubo personificado por el mono y por la cabeza de
caballo con vítreos ojos sin mirada; sino más bien de seguridad y de
satisfacción, como su hubiese entrado en posesión de un bien codiciado.
Esta tentación de Eva suele interpretarse a la luz de las enseñanzas de
Lutero, quien había recibido la influencia de la orden agustiniana a la
que pertencía en la época en que predicaba en el monasterio de Witenberg
-en la época del cuadro de Baldung Grien, pintadp alrededor de 1517.
Según San Agustín, el Orgullo y la Envidia son los dos supremos pecados
capitales. La envidia fue el pecado capital de Adán, pero fue el orgullo
el que perdió a Eva. Y aquí vemos cómo se articula el pacto: el orgullo
(Eva) conduce al pecado (la serpiente) que conduce a la muerte (el
esqueleto) que lleva al infierno (el pie bifurcado).
Pero la interpretación agustiniana del relato de la caída es todavía más
compleja: la serpiente tentadora es la imaginación que se presenta a
Eva (la concupiscencia o sensibilidad) que, a su vez, corrompe a Adán
(la voluntad).(...)
En la tentación de Eva se simboliza la parábola de la sensibilidad
estimulada por la imaginación, a la que desde el romanticismo en
adelante se le dio libre curso (para la secta de los ofitas, la
serpiente se identificaba con el principio liberador del mundo),
agotando casi todas las posibilidades hasta aquella muerte del arte de
la que hoy se habla tan insistentemente. Ciertos versos de Nietzsche (Zwischen Raubvögeln) podrían ser el epígrafe para el arte moderno:
¿Por qué te has atraído tú mismo
al paraíso de la vieja serpiente?
¿Por qué te has insinuado en ti, en ti?
Ahora eres un enfermo,
un enfermo por el veneno de la serpiente.
Un prisionero eres
que has elegido la suerte más dura.
Hay otro aspecto, entre tantos que ofrece la serpiente, del que vemos
una impresionante ilustración en una composición de Blake a propósito
del pasaje del Paraíso perdido de Milton, en el que Satán envidia
la felicidad de Adán y Eva y siente él mismo "fierce desire-still
unfulfilled" (deseo feroz aún no conocido). Adán acaricia a Eva, y Satán
la serpiente, que es como su "doble", su propia imagen. En su envidia,
sólo le queda a Satán replegarse sobre sí mismo, y eso lo representa
Blake con la imagen de Satán que abraza la serpiente,
"self-contemplation is self-enclosure, and deadens the soul".
William Blake, Satán mirando a Adán y Eva
Ésta últimas palabras en inglés las podemos entender como el peligro del oscurecimiento del alma que puede conllevar el ensimismamiento, el aislamiento en uno mismo cuando la imaginación es incapaz de liberarse de los fantasmas de la mente particular. A este aspecto fantasioso de la imaginación está dedicado el siguiente texto de Elémire Zolla, que también se servirá de la interpretación de una visionaria obra de William Blake inspirada en El paraíso perdido de Milton.
El lado oscuro de la imaginación
Por
Elémire Zolla
La imaginación es el istmo entre la vida y la extinción, entre noche y
día, engaño y verdad. Su luz crepuscular puede peludiar, o a la
eternidad, o a la muerte espiritual. Todo depende de la imaginación.
Ella forja sin tregua imágenes a partir de los mensajes que transmiten
los sentidos, pero cuando se distrae de lo sensible, puede volverse a su
interior, a la fuente de luz, a la lámpara del intelecto, o bien puede,
al revés, divertirse entre las imágenes que ha amontonado en la
memoria. Estas dos actitudes definen, respectivamente, la visión
inspirada y la quimera; la una conduce al objetivo supremo, la otra a la
degradación.
Funesto es el ensueño con los ojos abiertos, también y especialmente
cuando finge ser un inocente juego de imágenes. Las imágenes son ídolos,
ejercen influencias; la mente no puede juguetear impunemente con ellas.
Éstas le infligen un triple daño: las quimeras no sólo son lo opuesto
de la meditación y de la contemplación, sino que además contaminan los
sueños nocturnos, que las refeljan como en un espejo curvo. Recortan la
pronitud, la vivacidad de la vigilia. El fantasear aglutina al mundo
exterior y al mismo tiempo genera ineptitud para las obras prácticas.
Además de exponer a cualquier instinto, genera timidez e indecisión.
Insensible, complacido, centrado siempre en sí mismo, vacilante, incapaz
de reacciones ágiles y de rápidas valoraciones: así es el soñador con
los ojos abiertos. (...)
El soñador con los ojos abiertos no se da cuenta del mal que incuba y
poco a poco deja también de recordar que no es poco lo que se requiere
para tener la mente tersa y pulida, que al barrer las imágenes
suplerfuas y errabundas se obtiene alivio y paz, y que una mente pura
irradia autoridad en el gesto, en la mirada.
Por el contrario, el más pequeño esfuerzo volitivo le cuesta al
inveterado soñador con los ojos abiertos un esfuerzo enorme: su
costumbre más necia le parece irreprimible, la tentación más leve,
irresistible.
Cuando Satanás quiere hacer caer a Eva, la induce, según Milton, a una quimera (El paraiso perdido, IV, 800):
Aplastado como un sapo contra el oído de Eva,
intenta alcanzar con arte diabólica
los órganos de la fantasía, y con ellos forjar
fantasmas y sueños, ilusiones a voluntad.
No hay tradición que no ponga en guardia contra el hecho de fantasear.
William Blake, Eva tentada por la serpiente (detalle) Inspirado en El paraiso perdido de Milton
A diferencia de la Imaginatio vera, la fantasía (phantasey) es un juego del pensamiento, sin fundamento en la Naturaleza; nada más que "la piedra angular de los locos".
Lecturas:
Mario Praz, El pacto con la serpiente. Fondo de Cultura Económica 1988
Elémire Zolla, Verdades secretas expuestas a la evidencia. Sincretismo y fantasía. Contemplación y esoterismo. Paidós Orientalia 2002
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Buenas, he dado con este blog de casualidad, buscando el simbolismo del axolotl (que encontré en una publicación del 2011) a raíz de un sueño que tuve. En ese mismo sueño aparecía una serpiente, pero no me había generado tanta curiosidad como el otro bicho; y resulta que al venir al inicio para agradecer tan esclarecedor artículo, me encuentro con esta entrada. ¡Increíble! Doble agradecimiento, pues.
ResponderEliminarEstoy viendo que tengo material de lectura para rato por aquí. Felicitaciones por tan bello trabajo.
¡Saludos!
Qué bueno! sí, recuerdo aquella entrada con un cuento de Julio Cortázar sobre el axolotl publicada hace ya bastante tiempo. Este otro post sobre El pacto de la Serpiente también la publiqué hace años, y es la primera ocasión que reedito algo ya publicado anteriormente. Las casualidades siempre tienen algo de magia, que fuera un sueño el que te trajera hasta aquí, lo hace todavía más curioso. Espero que el hallazgo te sea provechoso, y, quien sabe, quizás revelarte algo sobre lo que soñaste.
ResponderEliminarUn abrazo.
Totalmente de acuerdo, Jan. Las casualidades tienen algo de magia y los sueños también; ambas entradas me han brindado muchísima información, creo que ya tengo las piezas, me resta sentarme a armar el rompecabezas.
ResponderEliminar¡Abrazo!
Nana.
Me alegro Nana!
ResponderEliminarMis mejores deseos.
De alguna manera la serpiente debía tentar a la incauta Eva, ya que una manzana en sí es un alimento un tanto soso. Igualmente infringir la prohibición divina de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal debía tener alguna contraprestación digamos imaginativa. ¿Quería Dios la exclusividad sobre la imaginación creativa? ¿Quería que sus criaturas siguieran siendo muñecos hechos de barro? Siempre había leído que lo que aceptaron Adán y Eva, produjo que cayera el libre albedrío sobre ellos, pero me gusta más que aceptaron la capacidad de imaginación. Por otro lado, me gusta mucho la expresión el pacto de la serpiente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los ofitas, nombre que deriva del griego ὄφις (ophis, "serpiente"), junto a otras sectas gnósticas hicieron una interpretación particular del mito bíblico sobre el Pecado Original que podría ser también más de tu gusto Moisés. Para ellos la serpiente era la portadora del "conocimiento" liberador, contraria a la interpretación cristiana ortodoxa que veía al ofídio como el mal, como encarnación de Satanás. Para ellos caer en la tentación de la serpiente era adquirir el conocimiento que liberaba del destino impuesto por un Dios tirano, creador de un universo concebido como prisión o cripta cósmica que mantiene al hombre ignorante de su naturaleza luminosa más allá del bien y del mal.
ResponderEliminarAsí, podemos relacionar el "conocimiento" y la "imaginación" adquiridos tras el pacto con la serpiente, como fuentes de luz por los que el hombre se libera de las tinieblas de la ignorancia. El conocimiento y la imaginación siempre han contravenido a la "realidad" impuesta.
Es una interpretación más bonita y simbólica por así decirlo la de los ofitas, aunque por desgracia pensar que el mundo pasado y actual está guiado por el ser humano a la búsqueda del conocimiento es conocer poco el mundo y al ser humano. Por desgracia es así, las tinieblas de la ignorancia siguen estando tan presentes como en el paraíso edénico.
ResponderEliminarUn abrazo.