Foto: Trencadís (cerámica fragmentada) en el Parc Güell de Barcelona

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sábado, 4 de abril de 2015

Opicinus de Canistris y la pulsión creativa


Opicinus de Canistris, Palatinus latinus 1993 (1336)


“Un creador no es alguien que trabaja por placer. Un creador no hace sino aquello que necesita absolutamente.”

G. Deleuze, Deux régimes de fous


“Existe una pulsión irrefrenable en el ser humano que le empuja a expresarse más allá de la escasez de medios, la falta de formación artística o las circunstancias adversas. Esa necesidad, nacida de la urgencia y las pulsiones más primarias, es especialmente rastreable en el arte realizado por personas diagnosticadas con enfermedades mentales, excluidas de la sociedad o que viven al margen de las convenciones."

Graciela García, El hombre jazmín (web)



Opicinus de Canistris (1296-1350) nació en un pueblo cercano a la ciudad de Pavia, lugar del que tuvo que exiliarse junto a su familia por problemas políticos. El lugar de acogida fue Génova, allí estudió teología y desarrolló la práctica del dibujo para más tarde ingresar en un monasterio de la  corte papal de Avignon donde ejercería de amanuense y cartógrafo. Víctima desde muy joven de periodos depresivos y ataques psicóticos, en 1334 padece una crisis que lo mantiene en coma durante dos semanas. Tras la convalecencia comienza un periodo en el que experimenta éxtasis visionarios, manteniendo encuentros con la Virgen quien le abre la mente a la "Visión de la Verdad" según sus propias palabras. También padece parálisis en el brazo derecho, miembro que -como también dejó relatado-, adquiría en ocasiones movilidad autónoma sintiendo su mano como dirigida por una entidad sobrenatural que le llevaba a dibujar de forma desenfrenada, algo que quedaría registrado en los manuscritos por los que ha pasado a ser conocido: el Palatinus latinus 1993 y Vaticanus latinus 6435.

Opicinus de Canistris, Vaticanus latinus 6435 (1337)

En estas obras aparecen numerosos mapas diseñados antropomórficamente, confluyendo de forma fantástica la geografía física junto a sus propias experiencias psíquicas, narradas autobiográficamente en lo que parece un intento de poner orden a su mundo interior.
Tan extraordinarios documentos despertaron interés en el mundo científico contemporáneo, dentro del cual el mismo Carl Gustav Jung le dedicaría un seminario en 1943 dentro del desarrollo de sus teorías sobre el principio o proceso de individuación (Principium individuationis), editándose más tarde un libro a partir de las notas recogidas por dos de los asistentes (imagen izquierda).
Para algunos especialistas del ámbito de la psiquiatría que también han analizado lus manuscritos de Opicinus, estaríamos ante un caso de esquizofrenia o del síndrome de Geschwind.

Recientemente Graciela García investigadora del que se conoce como Arte Outsider, ha dedicado un texto en su interesante web El hombre jazmín al extraordinario cartógrafo medieval a partir de las notas autobiográficas que éste dejó escritas junto a mapas e imágenes cosmogónicas.



 La mano sola
(fragmento)
por
Graciela García


(...) En la noche del 15 de agosto, vi en un sueño a la Virgen con el Niño en su regazo. Es gracias a ella que ahora puedo dejar este testimonio: por sus méritos y palabras he recobrado parte de mi conocimiento pero, sobre todo, ha sido obrado en mí un milagro: un doble espíritu ha tomado morada en mi cuerpo y mente: mi mano ahora es la que ve, la que sabe. Yo soy su siervo y traductor.
Mi mano derecha es endeble y torpe para el trabajo mundano. Desde febrero de este Año del Señor 1335, de mi propia voluntad he renunciado a los trabajos del scriptorium, no siendo capaz de realizar el trabajo que me había sido encomendado a causa de la debilidad de mis miembros, en especial el brazo derecho, que cuelga dormido a lo largo de mi flanco la mayor parte del tiempo, y queriendo dedicarme por completo a ser mensajero del Señor. 

 Opicinus de Canistris, Vaticanus latinus 6435 (1337)


La enfermedad de la mano y su languidez me acompañan y hasta escribir estas líneas me resulta harto fatigoso. Sin embargo, cuando la Sagrada Virgen se apodera de ella, mi mano es capaz de trabajar noches enteras: todas estas imágenes han sido dibujadas sin ninguna ayuda humana sino la del Señor y de la Virgen. La Verdad que atesoran viene de Dios, de quien yo no soy más que un humilde mensajero.
Tal y como la inteligencia divina abarca juntamente todas las cosas, y tal y como toda cosa en el cielo inteligible también es cielo, y allí también la tierra es cielo, como también lo son los animales, las plantas, los varones y el mar, Dios está en el centro de todo y todo alrededor, y mi mano es su mansa y dócil servidora.
Ahora que todo lo veo, ahora sé: en mí habitan los doctores de la iglesia, las cuatro órdenes monásticas con sus fundadores, los cuatro tipos de exégesis, los cuatro evangelistas, los profetas mayores y menores y la genealogía de María Santísima toda.

Opicinus de Canistris, Palatinus latinus 1993 (1336)


En mí, en mi cuerpo, está ahora todo. Todo el mundo revelado, sus tribulaciones, pecados y gozos están en mí. Y así hace Dios, a través de mí, como si Europa fuese hombre, de un lado, y África mujer, del otro. Adán y Eva y el Mare Diabólicum Satanás.
He aquí el templo derrotado del Señor, cuyos ríos se han convertido en sangre corruptible:
Detalle de la imagen superior girada 180ª
Europa tiene los ojos cerrados, la boca congelada, el brazo cuelga sin fuerzas a su lado, como el mío -porque yo también soy tal, Europa soy yo y sus ríos son heridas sangrantes que debilitan mi cuerpo. Y como en el dibujo que mi mano ha obrado, por gracia de Dios, un dragón muerde mi talón, un león atenaza mi cogote y sobre todo ella, África hija de Satanás, y sus hijos que siembran cizaña en el templo del Señor, susurran a mi oído obscenidades. La corrupción ha sembrado la división en la Iglesia del Señor, y siento yo en mi cuerpo todo este dolor, las mordeduras del león y del dragón. El pecado y la corrupción también están en mí, como está también el Señor y su gracia, como espejos que se miran y reflejan su contrario y se multiplican infinitas veces.
Mi mano sola ha dibujado todo esto, con frenesí, en horas de trabajo febril y doloroso, guiada por la luz de la Virgen y el Señor conjuntamente.
Mi enfermedad se ve con recelo en el monasterio. He sabido que por orden del padre abad, les ha sido prohibida a mis hermanos la visión de mis trabajos. Sólo el hermano Paltius puede entrar en mi celda y visitarme. Paltius me ha hecho saber esta mañana que un tribunal de examinadores de Su Santidad vendrá a verme en cuanto mis condiciones mejoren. Mientras tanto, sus sangrías me mantienen lejos de la ominosa tropa de hijos de Satanás anidados en la Iglesia del Señor. Cuando mis trabajos estén terminados, podré por fin descansar en paz. Haré que los pergaminos sean enviados a Su Santidad, porque en ellos está la Verdad y en la mano de Su Santidad está la salvación del mundo y de la Cristiandad. Que Dios nos proteja y salve.

Opicinus de Canistris, Vaticanus latinus 6435 (1337)


Lecturas:

Graciela García, Arte Outside. La pulsión creativa al desnudo. Sans Soleil Ediciones 2015


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2 comentarios:

Moisés dijo...

No conocía a Opicinus, pero es magnifico. Personalmente me encantan los mapas y estos mapas antropomórficos son geniales. La cartografía, que es algo tan objetivo y medible, puede llegar a ser un arte.

Gracias por descubrírmelo.

Un abrazo.

Jan dijo...

Hola Moisés,
se encuentran algunos casos de cartografías antropomorfas, una de las más conocidas es la "Cosmographia" de Sebastian Münster quien también realizara un mapa de Europa con forma humana que recuerda a la de Canistris. En este caso Europa es representada como mujer coronada, y, pudiendo parecer una ironía con el momento económico actual, la cabeza es ocupada por España...