Derviches en una mezquita de Damasco
Los siguientes versos forman parte del Asrar Nama, "El libro de los secretos" (o de los misterios). Fueron compuestos por el persa Farid ad-Din Attar que vivió entre los siglos VI-VII de la Hégira (siglos XII-XIII d.c.), llegando a ser uno de los mayores místicos del islam sunní.
Esta versión es una traducción de Clara Janés en colaboración con Said Garby, quienes para respetar la tradición la presentan sin puntuar. Está editada por Mandala Ediciones, colección Alquitara.
* * *
He velado mucho pobre de mí
en esta búsqueda toda una vida he pasado
En este mar he navegado mucho
al fin he lanzado mi equipaje al mar
Durante años me he sumido en este pensamiento
por muchos estados he pasado
Todos ya fueran guías o seguidores
en esta perplejidad iguales se mostraron
Nadie conoce el secreto divino
cautivos somos desde la luna al pez
Conoce la Ciencia de los Misterios Aquel que conoce los misterios
por esta razón sigue oculta por el velo
Una aventura fabulosa es y un asunto secreto
desde hace mucho estoy con este pensamiento
A pesar de todo he dejado ya de galopar
ya que de este valle no hay salida
Mucho tiempo con las uñas he cabado en esta mina
nada he visto y he quemado mi vida
Ni un instante he dormido con el corazón saciado
desde que existo en esta desesperación sumido estoy
Recorriendo las tribulaciones del mundo
cada pestaña vertía un torrente de sangre
Apenas he tenido un instante de aliento y heme aquí agotado
ni una noche entera he pasado y heme aquí aniquilado
De este cercado de azur soy la raíz arrancada
la rama rota soy del perpetuo movimiento del tiempo
En los días de bazar del tiempo mi corazón
no alcanzó con una flecha el blanco del deseo
Si bebí del mundo una sola copa grata
tragué mil y mil pócimas amargas
Toda la vida viví con el corazón sangrando
en esta vía ni de un instante de felicidad gocé
Así a lo largo de mi existencia toda
no se conformó el tiempo a los deseos de mi corazón
Si estaba lleno de entusiasmo en un comienzo
más tarde el desaliento se apoderó de mí
Cuando el cálamo se parte ¡nada surge en el papel!
por ver qué acontecerá espero
Tanto me ha extraviado ese dorso abovedado (el cielo)
que me he extrangulado con mis propias manos
Oh mundo toda crueldad posible
ensáyala conmigo ¡qué adversidad merecida!
Oh mundo cédeme un instante
y yo lloraré sin consuelo por tu causa
De mí no queda ya gran cosa
que podría aun salir de mis venas
No llevará luto el mundo por mi muerte
de un puñado de huesos no se preocupa el mundo
Si contara lo que en el corazón tengo
desde el principio hasta el fin de nada serviría
Pues a mi mal no hay remedio
es incurable coloca de nuevo la tapadera
¿Dejaré un día de hablar de mí
yo que sé que no soy nada?
¿Quién soy? Nada y menos que nada
el más grande pecador y el sevidor más pobre
Me ha faltado la fe y he amado el mundo en demasía
parezco un derviche infiel
Deslenguado y con el corazón a pique
cambio de idea sobre cualquier cosa
Tan pronto al rezar estallo en sollozos
como duermo la borrachera en la taberna
No llevo la jirqa (manto) ni el zunnar (cinturón)
voy tanto a la mezquita como al templo del fuego
No me conozco a mí mismo ni a nadie conozco
no conozco el bien ni el mal
Por una cosa futil
he dilapidado mi preciosa vida
Pobre de mí he derrochadomi vida en la concupiscencia
escarneciendo a la vida misma con mi villanía
Cuánto humo huyó de mi morada
cuántas cosa salieron de mi diván
Y aunque ahora mi cabello es blanco como la leche
de la codicia todavía no me he liberado
Tengo duro el corazón mas débil la determinación
mucho he andado pero no he ido más allá del primer paso
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